14 septiembre 2011

Crisis y Pobreza.....

Mas de 46 millones de pobres en Estados Unidos: la cifra más alta en los últimos 52 años

Esta noticia, impactante, era hecha pública durante estos días como parte de esa suerte de sinfonía de noticias económicas, financieras y sociales que viene resultando tan estructurada en su aspecto, como espantosa en su forma, su fondo y su trascendencia para las personas. La crisis económica y financiera en el mundo sigue entonando una melodía con tristes notas que día a día, literalmente, nos recuerdan que esta nefasta música sigue sonando, insistente, estridente y alucinante.

El Banco Mundial incluye en la pobreza relativa a quienes disponen de menos de 2 dólares al día para subsistir. Bajo ese contexto, más de 46 millones de pobres son muchos, incluso aunque la aplicación interesada de las matemáticas básicas aluda de inmediato a que sí, que ese es el numerador, pero que el denominador es mucho más grande y por tanto el porcentaje resultante no es tan significativo ¡Claro! ¡Como no! Pero ahora imagínese por un momento nuestra familia directa y contemos mentalmente los integrantes de la misma incluyendo abuelos, padres, hijos, hermanos, sobrinos. En fin, pongamos que unas 30 personas integran esa familia directa. ¿Aceptaríamos como razonable que 5 personas de nuestra familia fueran pobres y dispusieran de apenas 2 dólares diarios para su subsistencia? No lo creo, pero ese sería el resultado de aplicar los mismos porcentajes que en el ejemplo norteamericano. Un drama. Por cierto, la pobreza extrema no está muy lejana pues se sitúa en disponer de menos de 1 dólar diario……

Ayer en la mañana establecía un interesante diálogo en mi TL de Twitter acerca de si los pobres residentes en Estados Unidos disponían, en última instancia, de un mejor entorno, o dicho de otra manera, de mejores condiciones básicas que los pobres de otros lugares del mundo. Concluíamos que es extremadamente difícil ponerle una categoría a una tragedia de tal magnitud para las personas. He podido estar muy en contacto con personas muy especiales que han trabajado muy duro para aportar en el intento de resolver esta lacra durante mis años en Perú y en Venezuela y, una de las conclusiones a las que llego, es que la educación es posiblemente una de las grandes herramientas para construir puentes que permitan abandonar una condición que no debiera existir en el mundo. Abandonar esa condición es lo importante y no que esa condición se de en un ambiente de mayor o menor bondad visual. Y ese es el trabajo a llevar a cabo.

Raul Baltar