29 abril 2011

Y que decían los Criterios de Maastricht...?

¿Se acuerdan de los criterios de Maastricht? Las noticias que la prensa económica nos ofrece cada día respecto a la situación macroeconómica en Europa nos muestran indicadores que todavía se "arrastran" tras la dura crisis que comenzó en el año 2007

En el año 1993 se constituyó de manera efectiva la Unión Europea y el cumplimiento de los criterios de convergencia o criterios de Maastricht fue un requisito fundamental para formar parte de la nueva estructura geopolítica y económica. Vean un sencillo recordatorio:

  1. Inflación
    •  No mayor al 1.5% respecto a los tres Estados de la Eurozona con menor inflación.
  2. Finanzas Gubernamentales
    • Déficit presupuestario no mayor al 3% del PIB
    • Duda pública no mayor al 60% del PIB
  3. Tipos de Cambio
    • Se participa en mecanismo de tipos de cambio del Sistema Monetario Europeo (SME)
  4. Tipos de interés a largo plazo
    • Interés nominal a largo plazo no mayor al 2% del promedio de los tres Estados con menor inflación
¡Como están las cosas! Bueno, actualmente el Déficit Presupuestario de la Eurozona ronda el 6% y la Deuda Pública está en el entorno del 85% sobre el Producto Bruto Interno. Las cosas no están sencillas, ¿no? Pero vean la cotización del Euro respecto al Dólar.......

Feliz día

Raúl Baltar



18 abril 2011

Largo plazo como argumento.....

Estamos viviendo una crisis financiera y económica que nos sorprendió a muchos a comienzos del año 2008 (salvo a algunos privilegiados como Nouriel Roubini, que la predijeron...) Este entorno caótico viene enfrentando a los ejecutivos empresariales a una permanente encrucijada que obliga, en muchos casos por supervivencia, a escoger entre resultados en el corto plazo o sostenibilidad en el largo plazo.

No es una decisión sencilla. Ante todo cuando la situación obliga a decidir de forma reiterada. Escoger la dirección hacia el corto plazo puede ser sustentado sobre la consecución de resultados que reconforten a los inversores, accionistas, clientes y reguladores en general (de alguna manera se trata de ganar tiempo). La mirada hacia el largo plazo, sin embargo, se construye sobre revisiones profundas de la forma de hacer las cosas y sobre un compromiso fundamental en la preparación de los equipos de trabajo lo cual, no forzosamente otorgará resultados inmediatos que tranquilicen ante tanta volatilidad.

En mi opinión es posible compartir corto plazo y largo plazo, intentando transitar por un camino divergente del que marca la enorme oscilación de los datos macroeconómicos que nos inundan de buenas noticias hoy y de malas noticias mañana, en un bucle que lleva unos años reproduciéndose de forma testarudamente continua.

Es más fácil de decir que de hacer, lo sé por propia experiencia. Pero también por experiencia personal sé que es posible trabajar en el camino de la sostenibilidad a futuro de la empresa, luchando por unos valores con los que construir muros de contención ante futuras crisis. Procesos de mejora continua, desarrollo de las personas, educación, fomento de la creatividad y compromiso ante la Responsabilidad Social son los argumentos. Y el discurso a construir con esos argumentos debe ser como "El discurso del Rey", lento quizás, pero seguro.....

08 abril 2011

Banco bueno y Banco malo.....

Observe el siguiente titular que se lee hoy en uno de los artículos publicados por el periódico digital El Confidencial:


"Bankia deja para el ‘banco malo’ el rascacielos ‘faraónico’ de Caja Madrid"


Una breve explicación, para aquellos que no están inmersos en el sector financiero, acerca de qué significa eso de "banco malo"....

Una entidad financiera con problemas de solvencia, crédito, liquidez, etc, puede estar involucrada, sin ser excluyentes, en dos alternativas diferentes (estamos generalizando para que se entienda bien el asunto):
  1. Venta de la operación a otra entidad mejor posicionada, saneada y que, por supuesto, manifieste interés
  2. Intervención por parte de la autoridad regulatoria para luego proceder a su liquidación o venta a su vez
En ambos casos existe una opción que ya se ha utilizado en varios países y que consiste en dejar lo mejor de lo que la institución financiera en problemas tiene en una estructura llamada "banco bueno", mientras que los activos problemáticos o demasiado grandes (cartera de créditos morosa y/o inmuebles) se trasladan a otra figura jurídica diferenciada que pasa a ser el "banco malo" de manera que pueda procederse al cobro de los creditos, a la negociación de la reestructuración de los mismos y/o a la venta de los activos mobiliarios o inmobiliarios.

Se puede argumentar que lo que se pretende con esta fórmula, que puede suponer una gran ventaja para la institución que adquiere la estructura "buena", es salvaguardar el negocio bancario tradicional representado, ante todo, por los depósitos de los ahorristas que, dicho sea de paso, es lo más importante detrás de todo este tipo de situaciones.....

En algunos países, en situaciones de crisis bancarias, los ahorristas se han visto obligados a capitalizar sus depósitos como alternativa a verse inmersos en un proceso de liquidación, siempre lento y difícil, y que eventualmente terminará en una devolución de sus depósitos o de parte de ellos. Esta modalidad del bueno y el malo ofrece la opción de una continuación de la actividad y, por lo tanto, la posibilidad de los ahorristas de disponer de sus depósitos con un horizonte temporal cierto y una seguridad mayor que la que se deriva de un proceso de liquidación.

Un saludo!!

Raúl Baltar